Bienaventurado es el pueblo que sabe la Truá

La voz del Shofar (Cuerno) en Rosh HaShana (Principio de Año) es la continuación de la voz del Shofar en la Entrega de la Torá, como dice el versículo “y la voz del Shofar se hacía más y más intensa” (Shmot 19:19). Las voces del Shofar se van fortaleciendo de generación en generación, de año en año, hasta que con la ayuda de D’s escucharemos la voz del gran Shofar, como dice el profeta “y acontecerá ese día que será tocado el gran Shofar y vendrán los que se perdieron en la tierra de Ashur y los que fueron dispersados en la tierra de Egipto y adorarán al Eterno en el santo Monte, en Ierushalaim” (Ishaya 27:13). “Bienaventurado es el pueblo que sabe la Truá (una de las voces del Shofar), marcharán a la luz de Tu rostro, oh Eterno” (Tehilim 89:16).
La voz del Shofar nos enseña, nos recuerda y nos hace asimilar dentro nuestro el maravilloso conocimiento que “el Eterno es bueno para con todo, y Sus misericordias se encuentran sobre todas Sus obras” (Tehilim 145:9). Y por ello, el bien triunfará para siempre. Es cierto que el pecado del Primer Hombre hizo que el mal logre dominar al bien, pero en la Entrega de la Torá fuimos merecedores y el bien logró liberarse, porque el bien es la Torá. El mal irá disminuyendo y finalmente se anulará y extinguirá totalmente, como rezamos “y toda la maldad desaparecerá como el humo, porque extinguirás el gobierno malvado de la tierra” (rezo de Rosh HaShana). ¿Cuándo? Cuando se reúnan los exilios, como rezamos “toca el gran Shofar para nuestra libertad, y eleva el estandarte para reunir nuestros exilios, y reúnenos juntos pronto de las cuatro puntas de la tierra, a nuestra tierra” (rezo diario).
En la actualidad, bienaventurados somos que comenzamos a escuchar la voz del Shofar de la reunión de los exilios y la edificación de nuestra tierra. Pero todavía no hemos llegado al final y al descanso. Las naciones del mundo no aceptaron el renacimiento de Am Israel  (el Pueblo de Israel) en su tierra, luchan contra nuestro de todas las formas posibles. Pero no está lejano el día en que venceremos, en grande. Y en base a ello se cumplirá nuestro ruego “entonces, pon Tu temor, nuestro Señor, sobre todas Tus obras”, y por ello “entonces, entrega honor a Tu pueblo, y alegría a Tu tierra… y los justos verán y se alegrarán… y Tú, nuestro Señor, reinarás sólo, pronto, sobre todas tus obras, en el Monte de Tzion, donde mora Tu honor, y en Ierushalaim, Tu santa ciudad”, pronto, en nuestros días, Amén (Derej Hashem, del Ramja”l).

Con bendiciones de Shana Tova Umetuka (un buen y dulce año),
Ktiva VeJatima Tova (que sean inscritos y sellados para bien).
Dov Bigún

Deja un comentario